lunes, 7 de abril de 2014

Semana Santa: otra hermosa actividad

El año pasado en ESTE  enlace compartí un material muy interesante para Cuaresma y Semana Santa, no se si se ha visto mucho, en estos días estoy preparando una actividad creativa y profunda a la vez para mis niños de catequesis, allí encontré una que me gustó muchísimo.
Se trata de escribir como si fuéramos un objeto de los sucesos de la semana santa, por ejemplo que "dijo" la corona de espinas, cuáles fueron sus sentimientos, ofrece una lista para luego realizar un libro.

Los objetos cobran vida y nos cuentan su experiencia:

El barro que hizo Jesús para curar al ciego.
El pozo de la samaritana.
El sudario que envolvía a Lázaro.
El burrito de la entrada en Jerusalén.
El recipiente con que Jesús lavó los pies.
El cáliz de la ultima cena.
El pan que Jesús partió y entregó.
Los olivos del huerto de Getsemaní.
Una moneda de las que dieron a Judas.
Un látigo con que azotaron a Jesús.
La corona de espinas.
La túnica de Jesús.
La cruz en que clavaron a Jesús.
Los clavos que traspasaron las manos.
El martillo.
La lanza que atravesó el costado.
La piedra del sepulcro.
Las vendas y el sudario que envolvieron a Jesús.
El camino que va de Jerusalen a Emaús.

Lo que escribamos no es tan racional como afectivo, lo que se proyectan son nuestros sentimientos, el meollo de nosotros mismos.

A modo de ejemplo:

La corona de espinas
"Yo estuve con Jesús en la cruz y quiero contarles mi experiencia: unos soldados me arrancaron de junto al muro en el que había crecido. Comenzaron a trenzarme y dar forma a mis verdes ramas.
de pronto sin saber como comencé a clavarme en aquella cabeza. Creo que el dolor que yo producía a aquel hombre era mas intenso en mí, porque yo sabía que era inocente...¿Qué cómo lo supe? No lo sé, al ver con qué ojos miraba a los soldados que lo torturaban, comprendí que no era como los demás...
Yo lo hacía sangrar y la sangre iba mojando mis espinas. De pronto comencé a sentir una pena insoportable. Me hubiera gustado irme de allí y volver junto al muro donde me crié. Ver un mundo bonito y dejar que aniden los pájaros en mis ramas, vivir en un mundo sin muerte ni torturas...Pero no podía irme, estaba clavado en la cabeza de un hombre que sufría sin abrir la boca.
Recuerdo el latir de sus cienes, calientes por la fiebre y el dolor.
De pronto, alguien mas fuerte que la tormenta y el dolor de la muerte, le llevó su espíritu. Murió y me sentí aliviada. Quedé tranquila porque sabía que alguien le devolvería la vida."


Inspirador ¿No?

A.M.D.G.
Laura



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